Los apóstoles estaban escondidos por miedo a los judíos. En la casa donde se encontraban encerrados, entró un gran viento y se posaron unas lenguas de fuego, que no quemaban, sobre sus cabezas, y quedaron llenos del Espíritu Santo. Perdieron el miedo y salieron a predicar el Evangelio.
Esta hoja está puesta en pequeñito y no se ven las letras, si se amplia tampoco se ven.
ResponderEliminarNO SE APRECIA NI AL IMPRIMIR NI AL AUMENTAR. LA IMAGEN NO TIENE CALIDAD.
ResponderEliminarHola Bárbara. Cuando una ficha no se vea bien avisadme porque, a veces, el servidor no va bien y pueden salir borrosas.
ResponderEliminarperfecto¡
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